Digo mía, porque la pienso como la viví y también cómo la imaginé: Tal vez con alegría, pero también con la nostalgia de algo que perdí. Con su estructura de material, pero con las emociones y vivencias que no volverán, con imágenes que perduran en mi mente, con su perfume, con todo lo hermoso y lo no tanto, pero con la felicidad de conservar su imagen en mi mente y en mi corazón.
Nélida (Chela)