El juego es una parte fundamental del desarrollo de la infancia ya que es a través del juego que los niños exploran el mundo que los rodea, desarrollan habilidades sociales, emocionales y cognitivas, y expresan su creatividad e imaginación. Sin embargo, en Argentina, un país en el que 3 de cada 5 niños viven en situación de pobreza, el derecho al juego se ve amenazado y muchas niñas y niños no tienen acceso a un entorno propicio para su desarrollo integral.
Para las infancias, el juego representa la oportunidad para el aprendizaje y el desarrollo de habilidades importantes, como la resolución de problemas, la toma de decisiones y la cooperación. En estos entornos, las niñas y niños adquieren herramientas prácticas para la socialización, el trabajo en equipo, aprender a negociar y a expresar sus emociones de manera saludable.
Además, es una forma de expresión y exploración. Es a través del juego que los niños pueden experimentar con su creatividad, imaginación y curiosidad. Les permite construir sus propios mundos, crear historias y dar rienda suelta a su fantasía.
La falta de acceso al juego y la recreación puede tener consecuencias negativas en el bienestar y el desarrollo de las infancias. Las niñas y niños que no tienen oportunidades de jugar pueden experimentar altos niveles de estrés y ansiedad, lo que puede afectar su salud mental y emocional. También pueden tener dificultades para adquirir habilidades sociales y enfrentar desafíos en su desarrollo académico.
Como sociedad, es nuestra responsabilidad asegurarnos de que todas las infancias tengan acceso al juego y la recreación, es su derecho. Para ello, debemos trabajar en conjunto para crear espacios seguros y adecuados, tanto en escuelas como en comunidades. Debemos apoyar iniciativas y programas que promuevan el juego y la recreación para cada niña y niño, pero muy especialmente para aquellos que enfrentan situaciones de vulnerabilidad o abandono.
En Mensajeros de la Paz Argentina, creemos firmemente que, como sociedad, es nuestra responsabilidad asegurarnos de que todas las infancias tengan acceso al juego y la recreación, es su derecho. Para ello, debemos trabajar en conjunto para crear espacios seguros y adecuados; apoyar iniciativas y programas que promuevan el juego y la recreación para cada niña y niño, pero muy especialmente para aquellos que enfrentan situaciones de vulnerabilidad o abandono.
Te invitamos a reflexionar y hacer conciencia acerca de la importancia del juego en la infancia y unamos fuerzas para asegurar que todas las infancias puedan acceder a un entorno en el que puedan jugar, aprender y crecer. Juntas/os, podemos construir un presente y un futuro más justo y equitativo.
¡El derecho al juego es un derecho que debemos garantizar!